Descripción
Cuando el 24 de julio de 1927, el escritor Ryunosuke Akutagawa (1892-1927) se quedó dormido para siempre abrazado a una Biblia, tras haber ingerido una dosis letal de cianuro de potasio, estaba naciendo una de las leyendas más sólidas y perdurables de la literatura japonesa del siglo XX. Conocido en Occidente sobre todo por RashÁ´mon (la inolvidable película de Akira Kurosawa, basada en dos cuentos suyos), en Japón existe unanimidad en considerar a Akutagawa el mayor cuentista de todos los tiempos, a la altura de los grandes maestros occidentales del género como Maupassant, Chejov o Poe. Akutagawa fue, sin duda alguna, un maestro de las formas breves, adelantándose y quizá influyendo a famosos escritores como Borges, Hemingway o Carver.
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