Siempre hay un trago después del último en las novelas y cuentos de Edgardo Cozarinsky, y aunque la canción lo anuncie nadie se va del todo. Los insomnes errantes encuentran un bar abierto donde los esperan historias inauditas. En Buenos Aires los muertos sobreviven en una precaria segunda vida; en la selva guaraní o en las ruinas de Angkor palpitan, invictos, los sacrificados. Y en un rincón de Brooklyn atiende una vidente que puede transformarse en la madre del incauto que se anima a consultarla.
Search
Previous slide
Next slide
En el último trago nos vamos
$39,000
Disponibilidad:1 disponibles